El hotel se encuentra muy bien situado, en una de las calles principales, a 5’ andando del Empire state y de unos 20’ del Rockefeller, cerca hay una estación de metro ( linea verde), y la Estación Central también se encuentra cerca.
Las camas muy muy cómodas, limpieza correcta y el personal amable. El desayuno bueno, menos el cafe.
Repetiría la estancia si vuelvo a Nueva York.