Lo mejor del bed and breakfast es la limpieza. Por lo demás nos dijeron que era con baño incluído pero era compartido; el desayuno continental era únicamente capuccino y un croasant, eso sí te lo llevaba a la habitación. En la recepción no tienen ni mapas de la ciudad, y el chico que te atiende habla muy poquito español, aunque era amable. El edificio por fuera da pena, no tiene cartel y el número de la calle estaba pegado con un folio. Las habitaciones no están mal, lo peor era la nevera, que hacía muchísimo ruido.