HABITACIÓN, limpia y muy ordenada, cama rica y con ganas de no salir de ella, lo único MALO es la aislacion, es HORRIBLE, no te dejan DORMIR, los ruidos exteriores, un perro a las 2am, los autos que pasan (en todo horario) y el camión de la basura te dejan pegado en el techo (y eso que estuve en el piso 15), peleas callejeras se escuchan como si estuvieran en la habitación. DESAYUNO, horrible no tienen ninguna variación, repiten todos los días lo mismo, y no es nada fuera de lo común. ESTACIONAMIENTO, atroz tienen para 10 autos aprox. y si te quedaste sin cupo, te mandan a estacionarte afuera sobre la VEREDA. PERSONAL, muy gentiles hay que reconocerlos, siempre muy dispuestos para hacerte sentir cómodo, desde los guardias, mucamas, recepción y personas del Restorant. ROOM SERVICE, el mejor de la vida, al igual que toda la carta que ofrecen en el Restorant, probamos durante 1 semana todos los platos y son 100% recomendados. Y lo ULTIMO, para los que les gusta tomar un TÉ, olvídense de pasar una buena experiencia aquí, tienen una tacita que con 2 sorbos se acaba, y cuando pides otro o alguna tetera para repetirse, te cobran por unidad, $2.000.- por cada uno. Y cuál es la solución que te dan “vaya a la copec de la esquina le dan más y sale más barato”. Si me preguntan “te quedarías nuevamente aquí, SERÍA MI ÚLTIMA OPCIÓN.