La familia que lo regenta es encantadora y nos acogieron con amabilidad, a pesar de que solo habla inglés la hija.
La habitación era amplia y bien decorada, con un gran baño, todo muy limpio.
Desayuno generoso, no lo pudimos terminar ningun dia.
Está todo muy nuevo y ademas muy bien ubicado, en una calle tranquila, pero en pleno centro.